¿Conoces tu ikigai o propósito? Algunos lo llaman destino y otras personas lo describen como encontrar su misión de vida. La verdad es que a lo que se están refiriendo es a su razón de ser y de vivir. Es un fenómeno que trasciende la lógica y es lo que en psicología se conoce como «motivación intrínseca»; mientras que desde el enfoque de la inteligencia emocional se refiere a una cualidad profunda de autoconocimiento.
Lo que es curioso es que en «Okinawa – Japón» donde habita la población más longeva del planeta hablan de que el secreto de la longevidad no está ni en la alimentación ni en el ejercicio, como se piensa habitualmente, sino en el «Ikigai». «Iki» significa vida y «Gai» significa merecer la pena. Por lo cual «Ikigai» se refiere a aquello que hace que la vida merezca la pena.
Ikigai es el punto de intersección entre lo que amas hacer, aquello en lo que eres bueno, aquello por lo que te pueden recompensar y aquello que ofreces que el mundo necesita. El problema sucede cuando en las actividades que realizas cumples con algunos de estos requisitos sin embargo no con todos. Como consecuencia puedes percibir un sentimiento de incertidumbre con respecto al valor que aportas a los demás, sensación de vacío por no dedicarte a lo que te apasiona, inutilidad por no sentirte competente o carencia de riqueza.
La buena noticia es que encontrando tu ikigai haces contacto con tu pasión, misión, vocación y profesión. Además de que se genera en ti toda clase de emociones positivas al sentirte comprometido, cultivas relaciones positivas, sientes que cumples tus metas y objetivos que como agregado le da un sentido profundo a tu vida.
Lo que eres bueno
Aquello en lo que eres bueno genera ese sentimiento de competencia y autoridad. Es una de las razones por las cuales en Okinawa se recomienda que jamás te retires. Porque simplemente te sientes seguro y confiado al realizar aquellas actividades que se relacionan con tus talentos y competencias. Además de que te sientes útil que es extremadamente importante para mantener la motivación. Si te resulta difícil distinguir tus talentos o competencias puedes sentir angustia. Sin embargo es importante que te lo tomes con calma y explores con tu intuición aquello que naturalmente se te da bien. O simplemente observa aquellas competencias que tienes gracias al esfuerzo que has dedicado con el pasar del tiempo.
Para afianzar aun más tus talentos es importante que te comprometas con actividades que aprovechen tus fortalezas y que adicionalmente te incentiven a desarrollarte aun más. Ya que los desafíos y los momentos difíciles se convierten en una oportunidad de crecimiento, aprendizaje y en tu brújula para el desarrollo de tus talentos y competencias. Como consejo práctico puedes agregar un desafío diario en tu agenda o conectarte con mentores que te ayuden en tu desarrollo.
Lo que te encanta hacer
Realmente la vida sería muy insignificante si lo que haces todos los días no te llena en tu interior. Lo que es problemático y triste es que muchas personas viven así su día a día. Sin embargo no tiene porque ser así. Lo que te encanta hacer tiene que ver con la relación que tienes con la alegría. Es decir que tanto espacio le das a las cosas que te llenan de alegría en tu día a día. A medida que crecemos nos llenamos de juicios y creencias de otras personas sobre «cómo hay que vivir la vida» sin embargo la visión de otras personas a veces implica sacrificar lo que te apasiona y te llena de verdad.
Te invito a reconectar con tus inclinaciones y gustos de la niñez. En la infancia las creencias limitantes de los demás parecían no generarte ningún tipo de barrera. Además de que se sentía muy natural dejarse llevar por lo que en el fondo verdaderamente te apasionaba. Implica sentir alegría por las pequeñas cosas, que adicionalmente es el secreto de la gratitud. Una vez que conectes con tu pasión imagina como eso que te apasiona puedes hacerlo aun mejor de modo que le agregas un desafío a lo que te apasiona. Comparte tus pasiones e ideas con personas de intereses similares para crecer y mejorar juntos.
Lo que el mundo necesita
Conectar con lo que el mundo necesita se refiere simultáneamente a conectar con el servicio. Aunque se extiende hasta cuidar de tus relaciones y comunidad. Solamente de esta manera cultivas conexiones sociales saludables y significativas. Conexiones que se caracterizan por la cooperación, colaboración y la empatía. El motivo por el cual las relaciones son cruciales para adquirir un sentido de propósito es porque formas parte de una comunidad. Idealmente la comunidad trabaja en servicio de si misma de modo que al ofrecer tus servicios en función de los demás simultáneamente se convierte en un servicio para ti mismo.
Escucha atentamente a los demás. Muy probablemente descubras sus necesidades que no van a ser diferentes a las tuyas propias. Por otro lado es muy importante el cuidado de ti mismo. Tanto física como mentalmente dado que si te comprometes con el servicio hacia los demás te darás cuenta del rol que juegas para tu comunidad. De modo que cuidar de ti mismo se traduce en cuidar de los demás simultáneamente.
Por lo que te pueden pagar
A lo largo de los años se ha generado un prejuicio alrededor de la riqueza y la prosperidad. Se ilustra a la ambición con juicio y crítica. Sin embargo el problema radica en que si el trabajo que ofreces no se siente recompensado como consecuencia es muy difícil llegar a sentir plenitud e inclusive gratitud por el trabajo. Esto como consecuencia hace que sea imposible que el trabajo sea sostenible. En el fondo se trata de reconocer el valor en el trabajo que ofreces con generosidad y asegurarte de que te sientas recompensado y gratificado por ello. Se trata alcanzar el balance entre generosidad y gratitud que hace que el dinero sea simplemente una consecuencia y reflejo de prosperidad.
El ikigai está en la armonía
La búsqueda de tu ikigai se resume en una profunda travesía de autoconocimiento. Realmente se trata de una práctica que requiere de paciencia y perseverancia. Por ende es necesario que te des la oportunidad de probar diferentes caminos para construir el futuro que deseas, dado que se trata de un proceso de prueba y error. Además de que se trata de una forma de vivir; conectar con el momento presente es fundamental para sobrellevar la constante evolución tanto personal como de tus preferencias. Tanto así que resulta útil también observar tu pasado y observar cómo tus inclinaciones naturales han ido evolucionado a lo largo de tu vida. Solamente de esta manera tu ikigai se transforma en esa herramienta que ofrece la más profunda perspectiva para tomar las mejores decisiones.
Sigue tu ikigai
Entonces recuerda distinguir lo que amas hacer y aquello en lo que eres talentoso o competente. En su intersección está tu pasión. Reconoce lo que puedes ofrecer al mundo según lo que necesita y lo que amas. Donde estos conectan está tu misión. Haz consciencia de lo que necesita el mundo de ti y aquello por lo que te pueden pagar. Donde estas dos se reconcilian está tu vocación. Finalmente identifica tus capacidades y su respectiva recompensa. En su interconexión está tu profesión. Tu «ikigai» reside en donde tu pasión, misión, vocación y profesión se conectan con armonía . (Utiliza este párrafo para el ejercicio práctico al final de la lectura)
Tu ikigai te ofrece un propósito de vida alineado con tus valores y metas más intrínsecas. Aunque cabe recalcar que tampoco se trata de una solución mágica a todos los desafíos. Realmente tu ikigai hace que tu vida sea cada vez más desafiante pero aun así lo más enriquecedora. Recuerda que no se trata de un destino sino de un camino. Como lo dijo Confucio de forma inigualable «elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida».
Ejercicio práctico
Toma papel y lápiz para responder a la siguiente pregunta.
La idea es que, mediante la lectura y la pregunta como complemento, puedas alcanzar un nivel más profundo de reflexión, de tal manera que logres un cambio de perspectiva.
Intenta extender tus ideas tanto como sea posible. Suele ser útil escribir sobre algún acontecimiento presente o pasado en el que se aplique la reflexión.
¿Cómo puedes encontrar el equilibrio entre lo que amas hacer, tus talentos y habilidades, lo que el mundo necesita y lo que te pueden recompensar, para descubrir tu verdadero propósito de vida y vivir una existencia plena y satisfactoria?
Realiza tu propio «diagrama ikigai» utilizando el primer párrafo de la sección «sigue tu ikigai».