Las emociones y la regulación emocional para algunas personas puede llegar a ser una tarea que requiere mucho esfuerzo. Puede convertirse en una completa pesadilla que te arrastra de un lado a otro según las diferentes circunstancias. Parece no existir ninguna forma de control sobre lo que te sientes arrastrado a hacer o decir. Te provoca comportarte de diferentes maneras que solamente te hacen cuestionarte posteriormente ¿Porqué hice lo que hice? Mientras que para otras personas regular las emociones es una tarea muy simple y sencilla.
Seguramente suene extraño decir que el origen del problema es la relación que tienes con tus emociones. Así surge la pregunta ¿Cómo puedo tener una relación con mis emociones? o ¿Qué relación tengo con mis emociones? El problema ocurre principalmente cuando vemos a las emociones como eso que funciona en nuestra contra. Cuando en realidad tienen una función adaptativa. Esto quiere decir que funcionan para tu propio beneficio. Más allá de que lo que sientas sea agradable o desagradable en determinados momentos. El desafío yace en encontrar la relación con tus emociones que te permita verlas como tus aliadas y como información relevante para solucionar las diferentes adversidades que se te presentan.
¿Para qué te sirve regular las emociones?
Posiblemente te tome trabajo establecer esa relación sin embargo una vez alcanzada tienes la oportunidad de navegar las diferentes adversidades con mucha claridad y asertividad. Adicionalmente en vista de que las emociones son eternamente cambiantes y fluctuantes; saber trabajar con ellas es profundamente beneficioso. Esto significa generar consciencia de las emociones de tal modo que las situaciones adversas ya no son tan desagradables y las situaciones beneficiosas se vuelven cada vez más significativas.
Quisiera invitarte a que si has tenido problemas con tus emociones y la regulación emocional te mantengas abierto a los ejercicios que te voy a plantear más adelante. Aunque pienses que tienes un temperamento difícil, que así eres y que no hay nada que hacer al respecto. La realidad es que pensar de esta forma se convierte en una barrera auto-impuesta que te impide generar consciencia de tus emociones. Esto es comprensible dado que realmente este tipo de habilidades no nos enseñan. Además de que si no tuviste la fortuna de crecer en un hogar y en una familia emocionalmente estable habrá sido muy difícil para ti aprender estas habilidades.
Reconocer las emociones
Las emociones tienen un componente fisiológico y sentimental. Es decir que se van a manifestar como sensaciones en las diferentes partes de tu cuerpo. Además de que puedes ponerles un nombre a las emociones que sientes. Por ejemplo siento tristeza, alegría, enojo, miedo, etc. Como dicen Marcelo Antoni y Jorge Zentner en su libro «Las cuatro emociones básicas». «La emoción es información de qué es lo que me está pasando en este momento» La parte clave aquí es generar consciencia fisiológica y sentimental. Es decir ubicar la parte de tu cuerpo que ha atravesado algún cambio como por ejemplo aceleración del ritmo cardiaco, sudoración, malestar estomacal, alteración de la respiración etc. Las emociones están en tu cuerpo date el permiso de sentirlas en tus sensaciones.
Con respecto a la parte sentimental se trata de generar consciencia sobre ¿Qué nombre tiene esto que estoy sintiendo? Existe toda una variedad de emociones y muchos autores discrepan sobre cuales son las emociones básicas y elementales. Sin embargo como una guía inicial están la alegría, enojo, tristeza, miedo, sorpresa y asco. Es importante que les des un nombre para generar consciencia del estado anímico que estás atravesando en ese preciso momento.
Aceptar las emociones
Realmente no existen emociones negativas ni positivas. La clave en esta segunda parte es aceptar que por momentos atravesamos emociones que se sienten desagradable. Mientras que en otros momentos lo que sentimos es agradable. Luchar con tus emociones, querer sentirte de otra manera o huir de tus emociones intentando ocuparte en algo más para distraerte solamente impide la regulación emocional. Aceptar las emociones para navegar naturalmente por ese estado emocional y que se transforme y transmute. Esto significa que una vez que has aceptado el estado emocional que estás atravesando permites que la información que te provee cada emoción te regale el aprendizaje que requieres para trascender cualquier situación adversa o inclusive aprovechar aun más las situaciones reconfortantes.
En mi experiencia clínica y en el trabajo con mis clientes he observado que una vez que dejaban de luchar con sus emociones. Alcanzan una relación saludable con las mismas. Inclusive encuentran las respuestas a sus problemáticas por ellos mismos y como consecuencia su malestar se ve reducido significativamente. De hecho aceptar tus emociones es la solución a negar lo que estás sintiendo y atravesando.
Investigar el estado emocional
Una vez que hayas reconocido y aceptado el estado emocional que estás transitando. El siguiente paso es investigar. Para esto se requiere que seas curioso con respecto a lo que estás sintiendo. Se trata de hacer uso de tu capacidad de razonamiento. Por ejemplo preguntarte ¿Porqué me estoy sintiendo de esta manera? ¿Qué me provocó sentirme así? ¿Algo me está molestando? ¿Qué es lo que me causa alegría? Realmente puedes formularte toda clase de preguntas de tal forma que investigues cómo te sientes. La investigación sirve para que tu consciencia arroje información relevante para comprender las emociones y como consecuencia transitar, avanzar y alcanzar la regulación emocional. Como consecuencia te va a permitir tomar decisiones y acciones mucho más asertivas. Contrario a que si solamente por impulso dejas que la emoción te arrastre a ejecutar lo primero que se te ocurre.
En cuanto a mi vida personal he observado que mientras más estoy dispuesto a escuchar lo que mis emociones tienen para decirme más fácil es para mi trabajar con ellas hacia el mejor resultado que deseo. Adicionalmente Daniel Goleman desde el modelo de inteligencia emocional plantea que generar consciencia emocional es el primer paso para establecer una relación saludable con nuestras emociones y con las demás personas.
¿Porqué las emociones son como el clima?
Realmente las emociones cambian todo el tiempo y de una situación a otra. Es por este motivo que no es útil que te identifiques con una emoción. Por ejemplo decir «soy una persona triste» «soy una persona difícil y por ese motivo me enojo». La razón por la que esto es perjudicial es porque estás auto-determinando ver tu realidad de esa manera privándote de ver la realidad tal y como es en ausencia de un juicio emocional previo.
Por ejemplo utilizando una metáfora pueden haber días nublados, soleados, lluviosos, fríos y cálidos. Inclusive un día puede atravesar diferentes variaciones climáticas. Sin embargo el terreno en el cual se ven esos cambios sigue siendo el mismo y se ve inalterado. Los cambios climáticos y de temperatura vienen a representar tus emociones. Por ese motivo a la variabilidad de las emociones se le conoce como temperamento. Mientras que el terreno que atraviesa los cambios solamente superficialmente representa a la persona dado que en lo más fundamental no cambia.
Las emociones están para ayudarte no para perjudicarte
En definitiva aprender a navegar los diferentes estados emocionales presenta sus diferentes desafíos. Por ejemplo el hecho de que es una habilidad que no nos enseñan particularmente mientras crecemos. Sin embargo su beneficios son claros. Desde la gestión de nuestras propias emociones hasta la toma de mejores decisiones como consecuencia de ello.
La clave está en reconocer las emociones, desde las sensaciones físicas hasta las sentimentales. Aceptar el estado emocional sea como este se manifieste; así sea algo agradable o desagradable. Aprovechar tus habilidades de razonamiento para investigar la causa del estado emocional que atraviesas; es decir el ¿Porqué? Finalmente reconocer que como nubes en el cielo o días soleados los estados emocionales cambian constantemente. Sin embargo en lo más fundamental tu no estás cambiando. Solamente tu experiencia en ese preciso momento.
Recuerda entonces reconocer, aceptar, investigar y no identificarte con tus emociones para que sea cada vez más fácil transitar tus diferentes estados emocionales y más que nada tu relación con tus emociones se vea profundamente enriquecida. Espero que esta guía haya sido de utilidad para ti y si ese es el caso te invito a revistar otros artículos del blog.