Mi enfoque no solo radica en la terapia, sino en ayudar a las personas a desatar su potencial máximo en mi país natal, Ecuador.
Desde temprana edad y durante varios años, luché contra una profunda depresión. Esta experiencia me llevó a estudiar psicología, no solo para sanarme a mí mismo, sino para extender esa ayuda a los demás.
Lo que he descubierto es que la clave para una vida plena es trabajar constantemente en uno mismo, para ofrecer la mejor calidad de vida posible tanto a uno mismo como a los demás.
Actualmente, he hallado mi misión: buscar mi mejor versión y alentar a los demás a hacer lo mismo. Aunque nunca se llega completamente a esa versión ideal, esta búsqueda constante brinda un propósito inquebrantable que da sentido a la vida.